Proponemos una excursión moderada que se puede desarrollar en 3 horas y que permite visitar un precioso rincón de la isla con unas vistas maravillosas sobre la Bahía de Alcudia.
Desde Sa Boleda hasta el parking en donde se puede dejar el coche para iniciar la excursión a pie hay una distancia de 24 km y hay que prever aproximadamente 28 minutos. El parking está en el kilómetro 7,4 de la carretera Ma-3331.
En este punto se encuentra el cartel que señala el inicio de la ascensión hasta la ermita de Betlem y un mapa de senderos y caminos de montaña de la zona del Parc Natural de Llevant. Desde este punto hasta la Ermita hay que prever aproximadamente una hora. El camino tiene una dificultad media y se puede hacer con niños a partir de 5 años.
Desde Sa Boleda hasta el parking en donde se puede dejar el coche para iniciar la excursión a pie hay una distancia de 24 km y hay que prever aproximadamente 28 minutos. El parking está en el kilómetro 7,4 de la carretera Ma-3331.
En este punto se encuentra el cartel que señala el inicio de la ascensión hasta la ermita de Betlem y un mapa de senderos y caminos de montaña de la zona del Parc Natural de Llevant. Desde este punto hasta la Ermita hay que prever aproximadamente una hora. El camino tiene una dificultad media y se puede hacer con niños a partir de 5 años.
Es una excursión que se puede realizar en cualquier época del año. En este mapa se puede ver el detalle de cómo llegar y el trayecto aproximado que sigue la excursión.
Ver Excursión a la Ermita de Betlem en un mapa más grande
A medida que se asciende, estas son las vistas que se van observando. A los pocos minutos de marcha, a la izquierda se pasa junto a las casas de la "possessió" de Betlem en estado de semi-ruina y abandono.
A unos cien metros de la casas de la "possessió de Betlem" el camino tiene dos bifurcaciones. Para llegar a la Ermita de Betlem hay que tomar el camino de la izquierda, señalizado. El camino de la derecha lleva hasta una pequeña presa que está en el fondo del valle, pero no permite continuar con el acceso a la ermita.
Hasta prácticamente hace 20 años la sierra de Llevant lamentablemente fue objeto de infinitos incendios forestales debido a la quema de los carrizales, "càrrtix" en mallorquín y nombre científico "Ampelodesmos mauritanica", para pasto de ovejas y cabras. De ahí su aspecto más árido y agreste y la escasa presencia de masas boscosas.
La sierra de Llevant se caracteriza por la presencia de unas pequeñas palmeras autóctonas de la isla, llamadas en mallorquín "garballó". Su nombre científico es "chamaerops humilis". Sus hojas son la base de la industria artesanal de la palma, "llata" en mallorquín, y se usa para hacer cestos, sombreros, etc. En el castillo de Capdepera hay un pequeño museo dedicado esta actividad artesanal.
Unos 50 metros antes de llegar a la ermita se pasa por la fuente de na Bernadeta, la cual proporcionaba agua a la ermita y al molino de agua, levantado entorno el siglo XIX. En la fuente hay un abrevadero rectangular, y en el lateral derecho una capilla de bóveda con bancos en sus tres laterales y con imágenes religiosas en su interior.
La Ermita de Betlem está situada en la sierra de Llevant, en las tierras de la antigua alquería musulmana de Binialgorfa. Fue fundada en 1805 por miembros de la comunidad eremítica de San Honorato de Randa y de la Trinidad de Valldemossa. Esta comunidad se asentó en este lugar gracias a la donación, por parte de la familia Morei, de una pequeña extensión de tierra que contenía los restos de una antigua torre de defensa y una almazara.
La ermita fue inaugurada el día 10 de mayo de 1818. A lo largo del siglo XIX se fue ampliando el conjunto hasta nuestros días, con celdas, cocina, refectorio y otras dependencias, destacando la iglesia bendecida en 1824, obra de Joan Rosselló. El acceso al conjunto se lleva a cabo por un amplio camino escoltado por cipreses. Se trata de una construcción sencilla. En la fachada principal encontramos un reloj de sol, una pequeña ventana y un rosetón. En el interior, de nave única, destaca la bóveda, decorada con un fresco de la coronación de la Virgen, el retablo mayor y las siete pinturas de Manuel Bayeu sobre la vida de Cristo. En los alrededores hallamos los restos de los antiguos huertos, una era y construcciones destinadas a almacenes o instalaciones ganaderas que permitían una vida autosuficiente a esta comunidad religiosa.
En la parte trasera de la ermita se puede tomar un sendero de montaña que discurre entre carrizales y que tras no más de 10 minutos de marcha llega a un antiguo observatorio de vigilancia militar. Desde allí se pueden obtener unas espléndidas imágenes de la Bahía de Alcudia.
En la parte trasera de la ermita se puede tomar un sendero de montaña que discurre entre carrizales y que tras no más de 10 minutos de marcha llega a un antiguo observatorio de vigilancia militar. Desde allí se pueden obtener unas espléndidas imágenes de la Bahía de Alcudia.
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